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La reciente votación del Parlamento Europeo el pasado 13 de marzo marca un hito en la regulación digital europea con la aprobación del Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial (RIA o AI Act). Este reglamento, que se encuentra a la vanguardia de los debates globales sobre la regulación de la IA, busca equilibrar la protección de los ciudadanos y el fomento de la innovación tecnológica. Para su aprobación final, se espera otro pleno a finales de abril para su adopción definitiva por el Consejo. En nuestra consultoría de Inteligencia Artificial te damos los detalles del mismo.

¿Qué es el Reglamento de IA?

El RIA encarna el deseo de la Unión Europea (UE) de establecer un marco legislativo que preserve los valores esenciales sin obstaculizar la competitividad europea. Este texto normativo es resultado de un laborioso consenso, que busca armonizar la libertad empresarial y el progreso tecnológico con el respeto a los derechos fundamentales y la seguridad en los sistemas de inteligencia artificial.

La regulación se adapta al nivel de riesgo de cada sistema de inteligencia artificial en cuanto a salud, seguridad y derechos fundamentales del usuario. La norma distingue entre regulaciones para un coche autónomo y el corrector ortográfico de Word, con el objetivo de fomentar la innovación empresarial mientras se garantizan los derechos fundamentales de las personas.

La adopción del reglamento conlleva impactos económicos positivos para las empresas europeas al establecer una base sólida para la regulación de la IA. La UE aspira a crear un entorno de confianza para usuarios y proveedores de soluciones de inteligencia artificial, estimulando así la inversión y la investigación en este sector competitivo.

Objetivos del Reglamento de IA

Desde el punto de vista social, el reglamento busca prevenir riesgos de discriminación y violaciones de privacidad mediante una supervisión regulatoria enfocada. La inteligencia artificial debe servir a los ciudadanos y proteger «a las personas físicas, las empresas, la democracia, el Estado de Derecho y el medio ambiente».

La regulación de la inteligencia artificial no es exclusiva de la UE, ya que otras jurisdicciones también están implementando o considerando regulaciones globales. Sin embargo, el RIA destaca por su enfoque integral y preventivo, que puede establecer nuevos estándares mundiales.

Para asegurar el éxito de esta ley, es crucial simplificar su cumplimiento, evitar la burocracia innecesaria y fomentar la innovación. La Comisión Europea, la Oficina Europea de Inteligencia Artificial y las autoridades públicas deben trabajar en normas técnicas, directrices y formularios simplificados, así como en una estrategia coordinada de IA entre la UE y los Estados miembros, priorizando la formación y herramientas de cumplimiento frente a la aplicación del régimen sancionador.

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